Un fin de semana marcado por el contraste, fiel reflejo de lo que se ha convertido nuestro país, un país de contrastes o más bien, contradicciones. Mientras el fútbol regional se quedaba en casa, unos 332.000 futbolistas afectados fruto de la suspensión de unos 10.000 encuentros de fútbol como protesta por una medida que les pone en una situación verdaderamente límite para poder seguir subsistiendo. A unos miles de kilómetros de aquí dos hermanos gigantes no por su altura sino por su grandeza humana, eran el centro de las miradas de un evento retransmitido en 215 países, doblado a 44 idiomas, con una cobertura mediática de 1.800 medios de comunicación acreditados. Por primera vez en la historia, este fin de semana pasado, no solamente un jugador español era elegido como titular para el partido del All-Star de la NBA, sino que fueron dos jugadores, hermanos para añadirle más épica y romanticismo, que para poner la guinda además realizaron la jugada más mediática del evento, el ‘Salto Inicial’. Es evidente que hace ya unos años que el deporte está liderando nuestro país y convirtiéndose en el único activo de gran valor de cara al exterior y además impagable si de una campaña de marketing se tratara. Para darnos cuenta de la transcendencia y dimensión del deporte voy a compartir una anécdota. Durante mi breve estancia en Luxemburgo en el año 1993, recuerdo que cuando me preguntaban por mi lugar de procedencia, me devolvían expresiones de cara de Póquer hasta que pronunciaba las palabras mágicas, <¿Ronald Koeman???>, efectivamente, fue justo un año después de que el FC Barcelona ganara la primera Champions League de la historia y ser de Girona para ellos era ser de un lugar entre la Costa Brava y Ronald Koeman. Sabéis que soy una firme defensora del argumento de que la dimensión del fútbol va más allá del simple deporte, al igual que el deporte español en general, nuestros deportistas de élite, y el deporte aficionado, sus gestas, sus valores, su personalidad, está construyendo esa verdadera marca España que todos queremos, en la que nos vemos identificados y la que da valor a nuestro país. Hemos pasado de la sevillana a la camiseta de Iniesta, del abanico de lunares al abanico de Marc Márquez 93, del llavero de la paella al llavero de los Bulls de Gasol, de la moda de España a la moda de Nadal. Nuestros deportistas son de otra galaxia, de esa en la que sólo de pequeños podíamos ver en los ojos de niños otros países. Debemos cuidar nuestro deporte desde la base, desde la formación, para que el impulso no cese. Debemos luchar contra la violencia, contra la discriminación, contra las injusticias, contra el doping, contra la corrupción dentro y fuera de los terrenos y canchas de juego, para que sigamos cultivando esa marca España que necesitamos para que los otros sectores puedan seguir liderando, para que la sociedad se siga impregnando de los valores del deporte, para que nuestros políticos y dirigentes se den cuenta de una vez que el cortoplacismo no nos sirve, los resultados si llegan son efímeros, hay que invertir en el futuro, nuestro futuro. Joana Egea Os invito a seguirme en Linkedin, la red de negocios, donde podréis conocer más detalles sobre mis proyectos https://www.linkedin.com/groups?mostRecent=&gid=8143951&trk=my_groups-tile-flipgrp.
También podéis seguirme en Twitter @GiveMeHop3 ó en Facebook. Les mando un cordial saludo y mis mejores deseos. “Yo ante la adversidad me crezco y siempre he convivido con la presión de las expectativas. No me da miedo eso”. Pau Gasol
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
Joana EgeaApuesto por la innovación en el fútbol para generar mayor impacto social y económico que permita devolver a la sociedad con mayor eficiencia lo mucho que recibe del fútbol. Categories
All
Archives
July 2020
|